Crónica MacroQuedada Grajal de Campos (13/11/2016) 

Crónica MacroQuedada Grajal de Campos (13/11/2016)

Domingo 13 de noviembre, suena el despertador, demasiado pronto para ser domingo…. a pesar de ello, nos levantamos más rápido que un lunes: hay quedada de mushing en Grajal de Campos! Más animados, miramos fuera a ver qué tal hace pero no se ve nada por que hay una niebla densa y la temperatura es baja. Por un momento cunde el desánimo hasta que Nuka, muy feliz por el clima nórdico nos anima haciendo pallasaditas nórdicas y parece decirnos “Vamos, que hemos quedado!”

Nos ponemos en ruta a eso de las 8:30 y tras una hora y pico más de viaje nos encontramos con los que vienen de los clubes Galgadas Canicross Asturies, Club Mushing León y Mushing Montaña Oriental León… Ya estamos todos! Enseguida se forma una gran fiesta de ladridos entorno al lugar de reunión.

Se ultiman los preparativos. Los corredores se preparan, se comprueban los equipos y se anima a los perretes o más bien es al revés! David Galguera, artífice de esta quedada, nos explica el trazado y el orden de carrera, se reparten los dorsales y… empezamos!

Los primeros en salir son los tandems de bikejoring, patines y carro. El público les anima mientras inician el recorrido perdiéndose pronto en la niebla, que decidió quedarse a presenciar el evento.

El recorrido trazado y señalizado con mimo por el equipo de David hace las delicias de los participantes: poco desnivel, distintos tipos de firme todos estupendos para las almohadillas de los participantes de cuatro patas. A pesar de las buenas condiciones del itinerario no se pudo evitar el tropiezo de Nando al final de su carrera de bikejoring que acabó con alguna magulladura que otra.

Una vez hubo llegado el carro con los 4 huskys nos toca a los del canicross. Empiezan a repartir dorsales a la vez que llegan los tembleques característicos de las carreras, al menos en mi caso. Mi intención es no pasarlo mal, me convenzo a mí misma de ir tranquila, despacio para no acabar sin aliento como me pasó en el canicross Series de Valladolid. El 141 es nuestro número. Las salidas son cada 15” y aunque estamos entre amigos no puedo evitar ponerme más nerviosa según se acorta la cola de corredores que me precede.

139, 140,… 141! a correr se ha dicho!! Nuka, a pesar de la excitación reinante está tranquila y hace una salida relajada que me permite imponer un ritmo cómodo.

Pero a los pocos metros nos encontramos a  Eva que está a la espera de que Arco termine un pis que no ha podido reprimir. Al ver a Arco, Nuka se activa y comienza a tirar con todas sus ganas. Se acabó el ritmo cómodo! Para ella no es una quedada, para ella es una carrera en toda regla! Así que si ella lo está dando todo yo no puedo dejar a mi compañera en la estacada, no queda más remedio que correr!

Giramos a la derecha, derecha, de nuevo a la derecha… todo fenomenal, llevamos buen ritmo, Nuka tira, yo corro, vamos bien, izquierda, derecha… hasta que Nuka considera que ya está bien, ya se ha aburrido de tirar de su compañera que no le aguanta el ritmo, así que centra su atención en los bordes del camino saltando varias veces a cazar algún ratón de campo que cree oír.

Conseguimos seguir a trancas y barrancas a través de la niebla aún presente, evitando también meternos en la cuneta de la derecha que lleva agua y Nuka quiere beber.

De repente nos encontramos con una señal triangular a ambos lados del camino y nos arrepentimos de no haber preguntado su significado! Seguimos para delante hasta que de repente me parece oír voces de gente. Debemos estar en la recta final! Azuzo a Nuka para que se centre unos pocos metros más y ella comienza a tirar de su torpe carro como si entendiese que debía hacerlo.

La alegría que me da la respuesta de mi compañera y los gritos y ánimos que llegan de la línea de meta me hacen correr y terminar la carrera con una gran sonrisa. Ha merecido la pena, ha sido genial! Qué gente más maja, leche!

Ahora van los relevos y la gente se agrupa: un representante de cada disciplina en cada equipo. Yo quiero ver cómo se dan el relevo los bikejoring a los de canicross y acompaño a los corredores y sus perros hacia el punto de encuentro. Todo sale perfecto, como ha pasado durante toda la mañana, y tanto es así que la niebla ya se da por satisfecha dando paso a un cielo despejado.

Como colofón a las pruebas deportivas, los más pequeños tuvieron la oportunidad de disfrutar del canicross acompañados por un adulto. Fueron apenas unos 500 metros que dieron para mucho, a juzgar por las caras de felicidad de los participantes. El relevo generacional parece garantizado.

Después llegó la bien merecida caña, charla con los demás participantes y la gran comida preparada por El Mesón Las Cepas que, en un comedor abarrotado, sirvió una alubiada para chuparse los dedos, muslo de pollo en su punto y de postre, en mi caso, una tarta de queso deliciosa, de la que tuve que dejar un pequeño pedacito por que era imposible comer más.

Este gran día toca a su fin, y para bajar un poco la comida hay que se dio un paseo por el precioso pueblo que dio marco a la gran cita organizada por David Galguera, Grajal de Campos.

Fdo: Marta Alonso

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